Durante el invierno es mas cómodo hacer nocturnas, pues anochece mas temprano, y antes de la hora de cenar ya tienes la faena hecha, ademas, como hace menos temperatura, el sensor de la cámara se calienta menos y se pueden hacer exposiciones mas largas, aunque no es este el caso, pues la mas larga son 30 segundos, y a diferencia de en Esta vez va de nocturnas que me toco patear un rato, esta vez llegué a todos los sitios con el auto. El problema de las nocturnas en Chulilla es el alumbrado publico, pues hay lamparas de diferente temperatura de color, ademas da la casualidad que son de colores complementarios, y para igualar los colores muy difícil, así tenemos naranjas y verdes donde deberían de ser blancos. En esta ocasión no he hecho ninguna corrección sobre los colores.
Esta desde la curva de Sot,
Esta desde debajo del campo de futbito.
Y esta desde el mismo sitio, con una focal mas larga.
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6 respuestas a «Chulilla, una noche de noviembre»
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